9/7/12

Cambios a puro pedal


LAS NUEVAS TENDENCIAS EN TORNO DE LAS BICICLETAS
Por Soledad Vallejos (Página 12)

Las hay plegables, eléctricas, de bambú. Hay ciclistas que se juntan a recorrer la ciudad de a cientos los primeros domingos de cada mes. Y hay un taller popular para aprender a arreglarlas. La bicicleta se renueva. Los nuevos usos y el crecimiento imparable.

Será una vieja conocida, pero la bicicleta está renovada. Y va por más. Las formas, los materiales, los usos, las ideas, los públicos: en los últimos años, en torno de las dos ruedas empezó a transformarse casi todo, empezando por la forma de uso. Lo dicen fans y hacedores de nuevos hits: no es moda, sino una tendencia que recién empieza y cruza fronteras con la facilidad de un virus, especialmente en grandes ciudades. En tiempos de congestión vehicular y revalorización de lo sustentable, la bicicleta se vuelve menos sinónimo de vida sana y ejercicio que de solución de transporte urbano. Lo dicen ciclistas avezados, inventores de modelos modernísimos en proceso de incorporación al mercado y fabricantes tradicionales: del millón ochocientos mil nuevas unidades de producción nacional que se vendieron en Argentina el año pasado, un porcentaje creciente de bicicletas tiene por destino el trajín cotidiano. Ni más ni menos que ir y venir de casa al trabajo, quizás de ahí al bar, a algún otro lado, y nuevamente a casa para recomenzar el ciclo.

Signos de una pasión

“Es el vehículo más vendido. De eso no hay dudas”, asevera rotundamente Néstor Sebastián, presidente de la Asociación de Ciclismo Urbano (ACU, www.acu.org.ar), que en sus quince años de existencia, dice, se ha convertido en “la memoria del ciclismo urbano en la ciudad de Buenos Aires”. Que la bicicleta es mucho más que un ejercicio bonito, dice, se empezó ver como uno de los efectos inmediatos de la crisis de 2001, tiempo después de que el abaratamiento de las importaciones hubiera producido “cambios tecnológicos en el parque de bicicletas del país y por eso un boom”. Con el fin de la convertibilidad, muchas de esas unidades se revelaron como soluciones de emergencia: “se transformaron con la gente que tuvo que bajarse del colectivo y subirse a la bicicleta”.

–¿Y después?

–Sucedió que el mejoramiento económico no hizo que mucha gente bajara de la bici. Porque mucha gente se apropió de esa forma de moverse que, evidentemente, es más económica. Creo que ese sería el principal tema: el dinero. Y la practicidad de no tener que esperar colectivos, hacer combinaciones...

Curiosamente, incorporar la bicicleta al día a día de la vida en la ciudad permitiría sustraerse a algo tan característico de la vida urbana como los ajetreos del sistema de transporte público. Sería ganar, por así decirlo, una independencia y un contacto con la calle que ningún otro medio de desplazamiento podría propiciar. Y la preferencia, que crece, que se expande con la facilidad del boca en boca, que tal vez sume al corrillo algún detalle de cómo podría el ciclismo diario mejorar también la calidad de vida, se vuelve visible en las pequeñas cosas. Sebastián jura y perjura que hay una prueba irrefutable: “Entrá a cualquier bicicletería y vas a ver que tenés buena onda. Eso es porque les está yendo bien”.

NUESTRA PROPUESTA

Este era un espacio para reunir información y opiniones sobre los ciclistas de la ciudad. Buscaba promover el uso de la bicicleta y el respeto a los ciclistas. El objetivo era construir una ciudad sin caos en el tránsito, sin humo, sin sedentarismo. La bici puede ser el mejor transporte cotidiano.
Como mucho no avanzó, se convirtió en mi bitácora de opiniones y experiencias, con un estilo muy catárquico.

BICIS